Bloc de notas sobre la marcha

domingo, 9 de agosto de 2009

Qué gracioso.

La otra noche, asistimos a un magnífico espectáculo de fuegos artificiales.

Todo fue muy bien, pero nos sobró el "comentarista" o gracioso oficial de un grupo que teníamos justo delante de nosotros. El tío hacía un comentario cada minuto, a voces, dando por supuesto que todo lo que decía era gracioso.

Y se repetía mucho. Parecía tener la creencia de que, repitiendo un chiste que nadie había reído, iba a hacer más gracia. Yo me lo imaginaba pensando "Esto que he dicho es muy gracioso, pero no se han reído. Claro, lo que pasa es que no me han oído bien, así que voy a repetirlo."

Uno de los errores de los que nos consideramos "graciosos" es no entender que el sentido del humor puede ser diferente en cada persona. Por ello, no conviene insistir en algo que, aunque a uno le haga mucha gracia, no es bien recibido por los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario