Anoche, el Madrid jugó en Toronto contra un equipo local. Vi en la tele la primera parte, y estuvo entretenida.
Las entradas para ese partido, en la reventa, llegaron hasta los 500 Euros. Y sigue habiendo hambre en el mundo.
Pero dile tú, a quien pagó esa pasta, que la eche a la hucha del Domund.
¿La solución? Que sean los clubs de fútbol quienes donen al tercer mundo un porcentaje de su PIB. (Y no miro a nadie, al escribir esta "B".)
sábado, 8 de agosto de 2009
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